Invariablemente la música tiene su tiempo, no sólo el que propone, una temporalidad que es encuentro y recorrido, sino también, y sobre todo, el de su creación y concreción, y esta última tiene varias partes.

Ayer arrancamos el inicio de la etapa final de la concreción del Proyecto Ribera Sur

En la primera sesión de grabación de esta obra comenzamos por grabar el último movimiento en el que todo lo que circula antes en la música vuelve resignificado…

Y el tiempo de creación y concreción vuelve, como vuelven esos elementos en este movimiento final…

Vuelve la idea que motorizó la obra, las ideas pensadas, las pruebas, los escritos, los errores, los intentos, los fracasos, la renovación de los intentos, los reveses y el inicio de la concreción…

Y entonces todo parece detenerse, o reubicarse, hasta inclusive desaparecer, porque la música toma lugar, toma cuerpo, materia… y empieza a nacer…

Este también será un proceso largo, en tiempo humano, pero vital, latente, potente…

Una nueva obra está por venir, a la cual le puse mucho laburo y corazón… y lo que asoma promete…

Agradecido por este camino conjunto a mis compañeres de esta vuelta: Gabi, Manuel, José y Laura….